Las relaciones de pareja pueden clasificarse en diversos tipos según su dinámica, nivel de compromiso, comunicación y otros aspectos emocionales. A continuación, se describen los 12 tipos más comunes:
Es aquella en la que dos personas mantienen una relación comprometida, con comunicación constante, afecto mutuo y objetivos compartidos a largo plazo.
Se caracteriza por encuentros frecuentes sin un compromiso serio o expectativas de futuro, centrada en la diversión y lo físico.
Es una relación en la que la amistad predomina, pero también existe una relación íntima sin compromiso formal.
Se desarrolla entre personas que mantienen una relación amorosa a pesar de la separación física, enfrentando desafíos de comunicación y confianza.
Permite a las parejas tener relaciones románticas o sexuales con otras personas, con acuerdo y comunicación mutua.
Se caracteriza por dinámicas disfuncionales, con control, celos excesivos, dependencia emocional o abuso.
Cuando la pareja vive junta, compartiendo responsabilidades y proyectos de vida en un mismo espacio físico.
Se refiere a momentos difíciles donde la pareja enfrenta conflictos severos o pérdida de conexión emocional.
Implica tener múltiples relaciones amorosas consensuadas y abiertas, con transparencia y acuerdo entre todos los involucrados.
Se basa en intereses prácticos, económicos o sociales, más que en el amor o afecto genuino.
Se refiere a parejas que trabajan en superar problemas pasados, como infidelidades o conflictos, para fortalecer su vínculo.
Se desarrolla principalmente a través de plataformas digitales, con interacción en línea y, en algunos casos, encuentros presenciales posteriores.
Estas categorías no son excluyentes y muchas relaciones pueden presentar características de varias de ellas en diferentes momentos.