Es importante distribuir la ingesta de alimentos a lo largo del día para mantener niveles de energía estables y promover una buena salud. A continuación, se describen las cinco comidas recomendadas:
Es la primera comida del día y ayuda a activar el metabolismo. Se recomienda incluir fuentes de carbohidratos complejos, proteínas y grasas saludables, como avena con fruta y nueces o huevos con pan integral y aguacate.
Una pequeña merienda para mantener los niveles de energía. Puede ser una fruta, un yogur natural, o un puñado de frutos secos.
La comida principal del día, que debe incluir una buena porción de proteínas (pollo, pescado, legumbres), carbohidratos complejos (arroz integral, quinoa, patatas) y verduras variadas.
Un snack saludable como una fruta, una barrita de cereal, o verduras crudas con hummus, para evitar el hambre excesiva antes de la cena.
Una comida ligera que puede consistir en ensaladas, sopas, o proteínas magras acompañadas de verduras cocidas o al vapor. Es recomendable evitar comidas muy pesadas antes de dormir.
Seguir esta distribución ayuda a mantener la energía, controlar el apetito y favorecer una alimentación equilibrada.