En filosofía, ser espiritual se refiere a la conexión con aspectos inmateriales, trascendentales o trascendentes de la existencia que van más allá de lo físico y material. Este concepto implica una búsqueda de significado, propósito y comprensión de la naturaleza del alma, la conciencia y la relación con lo absoluto o lo divino.
Desde una perspectiva filosófica, la espiritualidad no necesariamente está vinculada a una religión específica, sino que puede entenderse como una actitud o disposición del ser humano para explorar su interior y su relación con el universo. Incluye conceptos como la introspección, la búsqueda de la verdad, la conexión con valores trascendentales y la experiencia de lo sublime.
En resumen, ser espiritual en filosofía implica una orientación hacia la comprensión de aspectos no materiales de la existencia, promoviendo una conexión profunda con el ser y el universo que trasciende lo físico.