En 2025, la moda continúa evolucionando con un enfoque en la sostenibilidad, la tecnología y la individualidad. Una de las principales tendencias es la integración de materiales ecológicos y reciclados en las prendas, promoviendo un consumo más responsable. Además, la tecnología vestible se ha consolidado, permitiendo a los usuarios personalizar y ajustar sus outfits mediante dispositivos inteligentes. La moda digital y el uso de realidad aumentada para probarse ropa virtualmente también están en auge, facilitando una experiencia de compra más interactiva y ecológica.
Por otro lado, la personalización y la expresión individual son fundamentales, con diseños que combinan estilos futuristas con toques retro, reflejando una mezcla de influencias culturales y tecnológicas. La moda en 2025 apuesta por la diversidad, la comodidad y la sostenibilidad, buscando reducir la huella ecológica mientras permite a las personas expresar su identidad única.