Las finanzas se dividen en cuatro categorías principales, cada una con funciones y enfoques específicos que contribuyen a la gestión económica en diferentes ámbitos. A continuación, se describen en detalle:
Se enfocan en la gestión del dinero de individuos y familias. Incluyen actividades como el ahorro, la inversión, la planificación para la jubilación, la adquisición de bienes y la gestión de deudas. El objetivo principal es alcanzar la estabilidad y seguridad financiera personal.
Se refieren a la gestión financiera dentro de las empresas y organizaciones. Incluyen la administración del capital, la inversión en proyectos, la obtención de financiamiento, la gestión del riesgo y la maximización del valor para los accionistas. Es fundamental para la sostenibilidad y crecimiento empresarial.
Corresponden a la gestión de los recursos financieros del Estado y las instituciones públicas. Incluyen la elaboración del presupuesto nacional, la recaudación de impuestos, el gasto público y la gestión de la deuda pública. Su objetivo es promover el bienestar social y el desarrollo económico del país.
Se centran en las transacciones financieras que cruzan las fronteras nacionales. Incluyen el comercio internacional, los tipos de cambio, la inversión extranjera y los mercados financieros globales. Facilitan la integración económica y el flujo de capital entre países.