El sistema de salud generalmente se divide en tres sectores principales, cada uno con funciones y características específicas que contribuyen a la atención y prestación de servicios de salud a la población.
Este sector está conformado por instituciones gubernamentales que ofrecen servicios de salud financiados con fondos públicos. Incluye hospitales, centros de salud y programas de prevención y promoción de la salud. Su objetivo principal es garantizar el acceso universal y equitativo a la atención médica, especialmente para las poblaciones vulnerables.
El sector privado está compuesto por clínicas, hospitales, consultorios y laboratorios que operan bajo la iniciativa privada y financiamiento propio o de seguros privados. Ofrece servicios de alta calidad y a menudo de mayor rapidez, aunque generalmente con un costo mayor para los usuarios.
Este sector incluye instituciones de seguridad social como las cajas de seguro social, instituciones de salud laboral y fondos de pensiones. Proporciona servicios de salud a los trabajadores y sus familias a través de aportes obligatorios o voluntarios, buscando proteger la salud y bienestar de los afiliados.
Estos tres sectores trabajan en conjunto para cubrir las diferentes necesidades de atención en salud de la población, asegurando una cobertura integral y diversificada.