El concepto de género y sexo a menudo se confunde, pero en realidad representan aspectos diferentes de la identidad y biología humana.
El sexo se refiere a las características biológicas y físicas que diferencian a los hombres y a las mujeres, como los cromosomas, hormonas, órganos reproductores y características secundarias. Tradicionalmente, se considera que hay dos sexos principales: masculino y femenino. Sin embargo, existen condiciones intersexuales, que incluyen variaciones en los cromosomas, gónadas o genitales, y que no encajan en estas categorías binarios.
El género es una construcción social y cultural que engloba las identidades, roles, comportamientos, expresiones y expectativas que una sociedad considera apropiados para las personas según su sexo percibido. A diferencia del sexo, el género no es binario ni fijo. Existen múltiples identidades de género, incluyendo:
Por lo tanto, no hay un número exacto de géneros, ya que la identidad de género puede ser muy diversa y personal.
En resumen, mientras que el sexo suele clasificarse en dos o más categorías biológicas, el género abarca una gama mucho más amplia y variada de identidades sociales y culturales. Ambos conceptos son fundamentales para entender la diversidad humana.