Una persona que estudia Lingüística se dedica a analizar y comprender los aspectos fundamentales del idioma y la comunicación humana. Su trabajo abarca diversas áreas, incluyendo la estructura del lenguaje (fonología, morfología, sintaxis), su significado (semántica), el uso del lenguaje en contextos sociales (pragmática) y la evolución de las lenguas a lo largo del tiempo (historia del lenguaje).
Estas personas investigan cómo los humanos adquieren, procesan y utilizan el lenguaje, así como las diferencias y similitudes entre diferentes lenguas y dialectos. También pueden aplicar sus conocimientos en campos como la enseñanza de idiomas, la traducción, la inteligencia artificial, la lingüística computacional, la rehabilitación del lenguaje y la documentación de lenguas en peligro de extinción.
En resumen, quienes estudian Lingüística analizan el funcionamiento del lenguaje en todos sus aspectos, contribuyen a mejorar la comprensión del idioma y apoyan la preservación y enseñanza de las lenguas humanas.