El compliance, o cumplimiento normativo, se refiere a las acciones y políticas que las organizaciones implementan para asegurar que cumplen con las leyes, regulaciones y estándares internos y externos aplicables. Existen diversos tipos de compliance, cada uno enfocado en diferentes áreas y regulaciones específicas:
Se centra en garantizar que la organización cumple con la legislación vigente en su jurisdicción, incluyendo leyes laborales, fiscales, ambientales, de seguridad, entre otras.
Orientado a cumplir con las normativas específicas de la industria o sector en el que opera la organización, como las regulaciones financieras, sanitarias, de telecomunicaciones, etc.
Busca promover una cultura ética dentro de la organización, asegurando que las conductas y decisiones sean responsables y alineadas con los valores corporativos y principios éticos.
Enfocado en prevenir, detectar y sancionar prácticas corruptas, sobornos y otros actos ilícitos dentro y fuera de la organización.
Se refiere a las políticas y procedimientos para garantizar la protección de la información personal y confidencial, cumpliendo con leyes como el RGPD en Europa u otras normativas locales.
Incluye el cumplimiento de normas relacionadas con la protección del medio ambiente, gestión de residuos, emisiones y sostenibilidad.
Se enfoca en cumplir con las regulaciones para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable para los empleados.